El abuso físico causa más que moretones y cortes. También causa un trauma emocional profundo que puede durar toda la vida. Les enseña a los niños que el abuso está bien y aumenta el riesgo de abusar de otros más adelante en la vida. Fuera del hogar, el abuso ocurre en lugares como hogares de crianza y guarderías.

En los Estados Unidos, el abuso infantil tiene proporciones epidémicas. Entre las naciones industrializadas, Estados Unidos tiene uno de los peores registros: 4 niños por día mueren como resultado de abuso y negligencia. Como se mencionó anteriormente, el abuso físico tiene un efecto dominó. En un estudio, el 80% de las personas de 21 años que informaron haber sufrido abuso infantil cumplieron con los criterios de al menos un trastorno psicológico. Los niños que han sufrido de abuso infantil tienen aproximadamente 9 veces más probabilidades de verse involucrados en actividades delictivas.

Nuestro objetivo es detener el abuso infantil fuera del hogar y buscar una recuperación financiera para los niños maltratados a fin de ayudarlos con el asesoramiento, la capacitación y la rehabilitación que puedan necesitar para tener una vida plena y saludable. Queremos evitar que se conviertan en otra estadística adulta.